Tráfico nunca notifica las sanciones por correo electrónico, pero las campañas de estafa son cíclicas y numerosas.

Si en la bandeja de entrada del correo electrónico aparece un mensaje con las palabras multa y DGT, casi con seguridad es falso. Será mejor sospechar que asustarse, y en todo caso no se debe pinchar en ningún enlace: Tráfico nunca comunica las sanciones de ese modo.
Los mensajes que pretenden difundir software malicioso (y robar datos personales o bancarios) llegan casi a diario a los buzones de correo, según el Instituto Nacional de CiberSeguridad (INCIBE), y la Dirección General de Tráfico es uno de los ganchos habituales.
Las campañas de fraude son cíclicas y masivas, y por lo común se basan en lo mismo: apariencia de realidad y amenaza. O invitación. En el correo salta un supuesto mensaje de la DGT –con el logo de Tráfico y el Ministerio del Interior–, en el que se anuncia a la víctima que tiene una multa pendiente de pagar o que su vehículo está inmovilizado, o ambas circunstancias a la vez, y se le anima a pinchar en un enlace para solucionar el asunto.
Quienes envían estos mensajes se apoyan en varios pilares: las prisas, la distracción, la curiosidad y el miedo. Los usuarios pican por inercia. Para evitar el error (hacer clic y desencadenar la instalación de un virus u otros desastres similares), el INCIBE ofrece algunos trucos básicos.
Cómo detectar un correo falso
Como recomendaciones generales, el instituto de ciberseguridad recuerda a los usuarios, por ejemplo, que comprueben que el correo del remitente está bien escrito, tanto su nombre como el dominio (lo que aparece tras la @) y que en el cuerpo del mensaje no hay errores gramaticales o un tono o vocabulario que no corresponden con el esperado. También se debe sospechar de cualquier llamada a la acción, como descargar un archivo o introducir datos personales o hacer clic en un enlace.
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